martes, 23 de octubre de 2007

Historias del Canadá X: Face to face (Cara a cara)

Por todos es ya conocida la afición de españolito por sacar fotos, pero existe una clara diferencia entre dar un paseo por el monte e ir por la calle con una máquina de fotos. Su educación en la naturaleza le hizo acreedor de ser “trampero”, pero ¿qué pasa con la gente?, ¿cómo se relacionada con ellos? El españolito es un gran observador de los humanos (recordemos que él es ET nada que ver con estos seres), y con sólo una mirada penetrante (no vale hacer juegos con esta palabra que los conozco, jajajaja) sabe todo sobre ellos (ellas salen huyendo, of course, jajajaja). Para llegar a eso ha tenido que lidiar con unos cuantos seres antes, veamos que ha ocurrido.

Es sábado por la mañana y después de su soccer decide que lo mejor es dar una vuelta por St. Stephens “la ciudad del chocolate” (jajaja, de drogas ya hablaremos otro día). Esta gran urbe de 5000 habitantes, los cuales la mayoría debe ser topos por que en las calles no hay tantos, linda mediante un río con USA, y al españolito le parecido interesante sacar una foto donde se vea la bandera de Canadá y USA, más que nada como recuerdo. Así que se mete por las calles que dan a la rivera. De repente, ve un coche de esos de las pelis americanas y decide tomar una foto del mismo. El coche se encuentra al lado de una casa de esas que no sabes si la van a derribar o es lugar de acogida de indigentes, penosa. Al aparcar su coche, lee un cartel, “cuidado con el perro”. El bichito tiene cara de malas pulgas, pero él le mirará fijamente a los ojos, y como en Cocodrilo Dandi, le dejará dormidito y en silencio, no queremos que el barrio se altere. ¡¡P… perro de los c….!!, los ladridos deben de oírse hasta en Tombuctú, así que el españolito con la agilidad de la gacela y la rapidez del guepardo se acerca al coche y saca un par de fotos. ¡¡Pero en eso, desde el interior de la casa se escucha un bramido!! El españolito decide quedarse petrificado como estatua al fin de pasar desapercibido, lo cual lo hubiese conseguido pero con ese chaquetón rojo chillón, pues…como que no, demasiado cante. Una enorme sombra se dislumbra en el hall de la entrada mientras el tono de voz se “increchenta”. A estas alturas, el españolito está muerto (lo siento “cagado”) de miedo, ¿qué va a salir de ahí? Se abre la primera puerta (recuerden que aquí la gente siempre tiene doble puerta), se abre la segunda y aparece una mujer de la misma altura que el españolito, y no exagero cuando digo que cinco veces el cuerpecito de él. De labios más grandes que sus dedos y sujetando un cigarro entre los mismos, morena con una cabellera que no conocía los que era un peine y con la sensación de que los piojos habían encontrado un paraíso en aquél mundo, vestida con el pantalón del pijama y un jersey azul marino de cuello alto llenos de agujeros. Apoyó su mano en el marco de la puerta y miró fijamente al españolito. ¿Qué que pensó el españolito? “¡¡Hasta aquí ha llegado tu vida chaval!! Ni pesadilla en Elm Street, ni Martes 13 ni Viernes 15, te va agarrar (no diré de dónde, jajajaja) y con la primera leche que te suelte vas a volver a España gratis, o en su defecto sacará la recortada que tiene escondida en la espalda y del primer disparo, si falla, morirás de infarto”, jajajajajajaja. En eso que la mujer le pregunta: “¿estás tomando fotos de mi coche? ¡¡El españolito necesita una idea rápido, algo que relaje la situación, demasiada tensión en el ambiente!! Ya está, el españolito es un amante de los coches y toma fotos por que colabora para una revista española especializada en coches, jajajajaja ¿acaso no representó al gobierno español?, una mentira más que más da. Por supuesto, lo primero de todo es decir que es español y no sabe hablar inglés bien y está de vacaciones por este hermoso país. Es curiosa la especie humana, la conjunción de toda esta información hace que se compadezca de ti y al mismo tiempo que se sienten orgullosos que algo que les pertenece, un “giri”, lo inmortalice, es como si ellos también fuesen inmortalizados. La cara de la mujer cambia por completo, y ambos se acerca para compartir unos minutos de charla “face to face”, eso si manteniendo la distancia no sea que un piojo salte, jajajaja. La mujer le da explicaciones de todo tipo sobre el coche, un cadillac del 63 y que funciona perfectamente, “tome más fotos, no se preocupe” y el españolito cumple los deseos de la mujer, jajajajaja, ¡¡nos ha jodido a ver quién le dice que no!!. Los sujetos se despiden muy sonrientes ambos y felices, pero el españolito piensa: “que foto más guay hubiese sido ella apoyada en el cadillac, chaval has perdido la mejor foto del viaje”.

Es viernes, la semana ha sido dura y el españolito decide dejar de trabajar a eso de las 5 de la tarde y dar un paseo por el pueblo con su cámara. Hace un día espléndido y después de haber estado encerrado 12 horas en su zulo toda la semana, le vendrá bien dejar de ser vampiro por un día. Sale de su casa con su cámara al pecho, sus gafas de sol y tomándose un respiro para vivir. Ha estas alturas, la mayoría del pueblo sabe que ese chico con el chaquetón rojo es un español muy peculiar. El sujeto tiene un resquemor desde que perdió la foto de su viaje, así que hoy tiene decidido dar una vuelta y si puede hacer fotos a la gente. Lo primero de todo es ir a una calle donde los niños juegan al jockey. Como le ocurre al coyote, cuando el españolito llega los niños deciden que pasan de jugar, jajajajaja, ¿alguien dudaba que alguna vez saliese todo a la primera? ¡¡Empezamos bien!! Que la primavera altera el flujo sanguíneo y que los animales se vuelven medio locos, y es que el Sol es muy peligroso (por eso mejor ser vampiro, jajajaja), todos los saben. Pero dar una vuelta por este pueblo es como estar en directo para National Geography. Si hay 1500 habitantes en este pueblo, deben incluir los muertos por que sino no es posible, la población de gatos debe ser 4 veces superior. ¡¡Nunca el españolito había visto tantos y con tanta variabilidad!! Pero ¡¡y ardillas!! Como te descuides se meten en las bolsas de la compra y te roban. Así que el paseo de hoy se ha convertido en una película del Gato Silvestre y las ardillas Chip y Chop, ¡¡impresionante!! El españolito decide sacar una foto a un gato que se encuentra en la escalera de una casa, ¡¡y por arte de magia!!, una voz sale del interior de la casa, ¡¡Dios me van a matar a sustos!! Un jovencito sale de la casa y le pregunta que está haciendo. ¡¡Cómo que ya hemos vivido esto verdad!! Así que él se acerca para habla con el chico: español, que trabaja en la estación biológica del pueblo, que le gusta los gatos, que hace fotos, etc… Y el chico le pregunta: ¿sólo hace fotos de gatos, por que aquí tengo a mi perro? Un lindo cachorro asoma su carita por los barrotes de la barandilla. Y el españolito decide aplicar la máxima, “una foto al perro para que su dueño esté contento”. ¡¡Ahhhhhh!!, como surgidos de otro mundo empiezan a aparecer chiquillos de dentro de la casa y los que se acercan de la calle. ¡¡El españolito se encuentra rodeado por 10 chicos!!, todos ellos presentándose y pidiéndole explicaciones de que hace, jajajajajajaja ¡¡Dios como hubiese deseado poder ser mago en esos momentos!! ¡¡Los chavales hablan a la velocidad del sonido!! ¡¡y la neurona del españolito se ha bloqueado!! ¡¡hay que buscar soluciones a esta histeria colectiva!! Así que le dice al dueño: “¿puedo hacerle la foto al perro ¡¡ya!!?” El dueño manda callar a todo el mundo, pone el cachorrito en la posición que él desea, y por supuesto, el cachorro pasa de posar. El dueño manda situarse a todos detrás del españolito y llamar al unísono todos al perro: ¡¡hi Moler!! ¡¡hi Moler!!. Recapitulemos, un tío sujetando al perro, otro haciendo una foto sentado en el suelo y nueve chavales de tras de él haciendo tonterías para que el perro mire a la cámara, ¡¡jajajajajajajajajajajaja!!, posiblemente la mejor foto era esta y no la del perro. Todos han quedado felices, pero el españolito necesita aire, aire, así que se despide a toda prisa y sigue por su paseo por el pueblo. Nuevamente se de cuenta que ha vuelto a perder otra buena foto, todos los niños sentados en la escalera con el perro, ¡¡capullo despierta, te estás dejando lo mejor!! Así que decide que seguro en la próxima esto no ocurre.

Es el día 1 de abril de 2006, el españolito hoy será un año más viejo que ayer (jajajajaja, si es una indirecta, ha sido mi cumpleaños, jajajajajajaja) y decide que hoy debe hacer un foto que sueña desde hace tiempo en su Puente de Madison. Come algo de fruta y en su Halcón viaja hasta un puente que descubrió el solito (jajajajaja, ya conoce todos los caminos y caminejos del lugar) la semana pasada. Allí en la soledad de la levedad del ser, con su cámara, con su música se va a tomar todo el tiempo que necesite para hacer sus montajes. Al españolito le encanta sacar fotos de sus botas viajeras, así que de descalza dejando al descubierto sus calcetines de color azul con florecitas naranjas, y comienza sus fotos. A los 3 minutos, aparece una Quart (esas motos de monte) que cruza el puente, el españolito se aparta para que pasen sin problemas, saluda y entonces el piloto decide parar en seco. Jajajajaja, ¡¡no puede ser verdad, me encuentro en la salida de un puente descalzo en calcetines con dos viejitos que me miran de arriba a bajo, se quitan los cascos, saludan, se bajan de la moto y se acercan al españolito observando sus calcetines y le pregunta que está haciendo!! Jajajajajajajajaja. El españolito da todo la explicación con detalles y mantiene una conversación de 15 minutos. Pero lo peor no es hablar inglés, jajajajaja, que ya es tela, ¡¡el hombre es sordo y solo oye por un oído!! Así que ya ven, el españolito tiene que gritar en inglés y acercarse al pabellón auditivo sano del hombre para que se entere de la conversación, jajajajajajaja. La charla le permite averiguar que dentro de dos semanas se abre la veda de la pesca de la trucha y que con una la licencia que puede sacar en el pueblo es suficiente para pescar. Después de hablar de los puentes, su diferencia con los españoles y sobre la vida de cada uno, los jóvenes motoritas deciden seguir su camino. ¡¡Pero no, esta vez no se van a escapar!!; educadamente el españolito les pide permiso para hacerles una foto y estos acceden a su petición. El españolito ya es feliz y da por bueno el día, jajajajajaja, como se lo pasa el asilvestrado descalzado.

De vuelta a casa, se pierde por otro camino y encuentra una vieja vía de tren en mitad de un páramo. Cerca de allí hay una granja pero no parece que halla nadie en este momento. Aunque sabe que nunca llegará lejos en esto de la fotografía, decide parar e intentar hacer algo por si le apetece presentarse al concurso que RENFE hace todos los años (esto te duele ¿verdad?, jajajajaja). Así que analiza el paisaje, y nuevamente decide quitarse sus botas y ponerlas en la vía del tren. Para tener una perspectiva mejor adquiere la posición de cubito prono y se tira al suelo. ¿Qué posibilidades había de que alguien le viera? Jajajajaja, es el coyote, ¡¡pues muchas!! Un coche se acerca por la carretera a toda velocidad, así que el españolito ni se preocupa, pasarán de largo y punto. Y así ocurre, pero a los 100 metros se oye un frenazo y como el coche da la vuelta. Jajajajajaja, ya estamos en las mismas, el españolito se incorpora mientras que una pareja de jóvenes para el coche y sin bajarse de el, le preguntan que está haciendo. El sujeto se pone sus botas y se acerca hasta ellos. Los dos jóvenes canadienses son muy comprensivos, pero no entienden que tiene de bonito esa foto. Y entonces surge una nueva versión de los hechos, el joven le pregunta ¿es usted un artista? A estas alturas de la vida, el españolito sabe que hay fotos que nunca nadie entenderá, pero que para él tienen mucho sentido. Así que de perdidos al río, “sí soy un artista”, jajajajaja. El españolito ha sido representante del Gobierno de España, fotógrafo de coches, de gatos y ahora toca lo mejor “es un artista”. Lógicamente el joven responde “ahora lo entiendo”, jajajajajajajajajajajajaja. Hablan de la marcha que tiene St. Andrews en verano y de la que se va a encontrar en Québec. Al final deciden irse, y el españolito les pide una instantánea para su álbum. Tras el permiso correspondiente y con una felicidad inmensa por parte de los dos jóvenes de ser retratados por un “artista” el sujeto toma una nueva foto (foto 6), ¡¡ya tiene dos!!.

Ha sido un día very funny (muy divertido), cuando llega a casa el sujeto hace su sesión de reflexión, que hoy es algo compleja. Todos simplificamos los hechos no que comprendemos bien para hacernos una idea de los mismos y, casi siempre, llegamos a conclusiones que no se ajustan a la realidad, pero la aceptamos como buenas por que nos permite entenderlos aunque sean falsas. Si esta premisa es verdadera, aplicando la lógica filosófica (hi brother), explicar que el españolito trabaja en calidad espermática analizando la movilidad, morfología y densidad del esperma de peces es lo mismo que reducirlo a decir que es un pajillero-sexual (que es como la gente conoce el españolito en Canarias, el pajillero). Igualmente, que hace fotografía desde el interior de su ser y con una perspectiva personal, es lo mismo que decir que es un
fotógrafo-artista (hecho constatado como hemos visto). Por lo tanto tenemos la siguiente ecuación: pajillero-sexual + fotógrafo-artista, ¿qué pensará la gente del españolito? Muy probablemente que es un fotógrafo del playboy o se dedica a las pelis porno, jajajajajajajajajaja.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y las fotos? si las tienes colgadas en algún sitio se agradecería un enlace.

Un saludo

Luis