miércoles, 6 de febrero de 2008

Carta a mi madre

Querida madre,

aprovecho los cinco minutos que tengo antes de comenzar mi nuevo viaje para mandarte unas palabritas. Ando en casa deshaciendo las maletas, lavando y volviendo a guardar los pertrechos, ¡¡que vida más estresante Dios!! Ya sé que no os gusta este modo de vivir, que siempre me estáis diciendo que cambie de trabajo, y bien sabéis que lo he intentado. En vuestro caso por que os produce vergüenza ajena cuando alguien os pregunta a que me dedico:
- ¿El pequeño? (un silencio)…bueno, es espermatólogo.
- ¿Médico?
- Noooo, exactamente…de peces.
- What?
- Si, se dedica a…
- ¿Pajillero de peces?
- Psssssssss, si

Ya sé que no suena muy elegante e incluso vulgar. Creo que a partir de ahora deberías decir “es un toca huevos”, al menos, es lo que dicen mis chicos y chicas de departamento, aunque no sé muy bien su significado ahora que lo pienso ¿¿¿????; en cualquier caso, la gente pensará que soy un alto ejecutivo, ¿no es lo que hacen desde los directores generales hacía arriba? Es una buena idea, ya me diréis que tal funciona. Sin embargo, he tenido tiempo de reflexionar en mi última semana en Madeira y después de lo acontecido este sábado, creo que ya sé que quiero ser.

Recordaréis mi niñez, niño bueno donde los hubiese salvo las cosas típicas de la juventud, arrestos policiales, asaltar casas o romper mobiliario urbano, pequeñeces comparado con los niños de hoy en día. Anyway, no saquemos los trapos sucios, pero ¿os viene a la memoria esas tardes en las que me disfrazaba para contar chistes o hacer alguna obra improvisada de teatro libre en el colegio? Me gustaba, pero este trabajo (el de toca huevos) es tan, tan, tan… que no me ha dado tiempo a pasar por la academia de Fama de cuatro.

Como os decía el sábado, a camino entre los viajes, la banda me contrató de fotoman en el Carnaval de Las Palmas. No es la primera vez que les hago fotos así que no tuve muchos problemas en decir un si rápido, ¡¡bebida gratis!! Salí de casa con mi atuendo de "pofesional" y el gorro de Pinki-Bogard, mi perro, para crear un ambiente americano de los cuarenta sobre mi aureola cefálica, no así mamaria, ya me entendéis. Me acompañaron Freddy Kruger, John Lenon y Bon Jovi, ya veis que nunca salgo solo como bien me aconsejáis. Después de tragarme más carne que la de un becerro, ya sabéis mi lema “sí bebes, come antes” y dar unos bailes acompañados de ron cubano, me puse manos a la obra como buen "pofesional". A diferencia de otros días para entrar en las bambalinas me dieron una acreditación. Cual fue mi sorpresa cuando la jefa que suelta las pelas me obligó a subir al escenario a sacar unas instantáneas. ¡¡Y allí estaba yo!! Con cientos de personas, alcohólicos, porreros, policías cargando, en fin gente rara. Fue una experiencia increíble; alguno intento saltar la valla, ¡¡queremos fotos!! Y yo decía: ¡¡Miren el pajarito!! ¡¡Sonrían!! (¡¡No interpretar esto como un desnudo integral!!, uno tiene su orgullo). Un repelús erizo mi cuerpo, y tuve una inspiración y expiración cósmica algo canutera; ya tengo claro a que me voy a dedicar ahora: ¡¡Mamá, quiero ser artista!! Espero que este nuevo trabajo os guste más.

Por sí acaso piensas que no es verdad, aquí tienes un regalo de los dioses que guardaré toda mi vida.

Me voy a correr a África, ya volveré.