Podía a ver sido un sábado cualquiera, de esos de arte y ensayo en casita, pero hoy, Pau, Ver y El Asilvestrado iban a crear el grupo “Ángeles del infierno”.
Era un día especial, nunca había formado parte de un grupo, bueno de un trío (¿¿¿????, anyway), era mi bautizo motero. Me levanté excitado de la cama (¡¡emocinonado!!) y dispuse a vestirme para la ocasión: camiseta negra con símbolos demoníacos, botas y muñequera de cuero, calcetines negros, slips…., mi nueva chupa, y mi cámara preparada para el día; un foto-motero en condiciones. Montado en mi “Spider” recogí a los otros Ángeles que iban en su “Blue Devil”. Y ahí iba el nuevo grupo de moteros quemando rueda…….¡¡yo para ser feliz quiero una moto!!
Llegamos a la concentración, cientos de moteros y moteras con su amante entre las piernas, rosas, negras, amarrillas, verdes, blancas, a rayas, cuadradas, tipo sioux… cada uno a su estilo. Hombres tatuados, músculos con los que sueñan las mujeres (¡¡¿con qué músculo sueñan las mujeres?!! anyway), barbas de mil años, michelines cerveceros, patillas a lo Loquillo, chivitas medievales, culos hermosos, cuero a go-go,…en fin ¡¡Diablos y Diablesas sobre ruedas!!
Y allá que nos fuimos, gente saliendo de sus casas para vernos, niños con la boca abierta, locos que nos pitan, trabajadores pensando “cabrones, y yo currando”, abuelas riendo; de dos en dos, de uno en uno, adelantando, parando; pero sobre todo con la mano de la dama viento en nuestros rostros, ¡¡¡¡auuuuuuuuuuuuuuu!!
No pregunten, pero me perdí a mitad camino. Si señores, ¡¡en mitad de una concentración de motos!!; y es que no se puede sacar fotos a todos los Diablos, pq al final entre guardar la cámara, ponerte el casco, y demás…¡¡TE PIERDES COÑO!! Afortunadamente mi capacidad olfativa, y otros cuatro tíos que se quedaron tomando cañas, me permitió llegar antes al lugar de comer y esperar al resto. Así que no pude fotografiar esos pechos de la playa de Maspalomas que bailaron al son del paso de las motos; lástima la foto tenía cierto interés artístico.
Se comió como cerdos y se bebió hasta la extenuación ¡¡a 35ºC ya me dirán!! Hubo rock and roll, sexo y drogas; y ahí estaban los Ángeles del infierno ¡¡qué pasa tío!!, ¡¡cómo te suena el esquipe!!, ¡¡como molan tus anteojos”; en fin conversaciones varias. Una tía me dijo que sí con mi objetivo tan largo no había podido sacarla; todavía estoy pensando por dónde iba el asunto, anyway. Al final no sé si hubo concurso de camisetas mojadas, pero el batería se puso las botas con la morenaza que hizo el streapes, a la cual me negué a sacarle fotos…¡¡os jodéis!!
En fin una experiencia interesante que me ha hecho reflexionar: ni una pierna mía puede compararse con los músculos de ellos, y de algunas ellas, pero ¡¡y el sex-sapil que yo tengo en tanga, todo blanquito y con huesecitos!!, eh, eh, eh...; y es que todo no es el cuerpo.
Era un día especial, nunca había formado parte de un grupo, bueno de un trío (¿¿¿????, anyway), era mi bautizo motero. Me levanté excitado de la cama (¡¡emocinonado!!) y dispuse a vestirme para la ocasión: camiseta negra con símbolos demoníacos, botas y muñequera de cuero, calcetines negros, slips…., mi nueva chupa, y mi cámara preparada para el día; un foto-motero en condiciones. Montado en mi “Spider” recogí a los otros Ángeles que iban en su “Blue Devil”. Y ahí iba el nuevo grupo de moteros quemando rueda…….¡¡yo para ser feliz quiero una moto!!
Llegamos a la concentración, cientos de moteros y moteras con su amante entre las piernas, rosas, negras, amarrillas, verdes, blancas, a rayas, cuadradas, tipo sioux… cada uno a su estilo. Hombres tatuados, músculos con los que sueñan las mujeres (¡¡¿con qué músculo sueñan las mujeres?!! anyway), barbas de mil años, michelines cerveceros, patillas a lo Loquillo, chivitas medievales, culos hermosos, cuero a go-go,…en fin ¡¡Diablos y Diablesas sobre ruedas!!
Y allá que nos fuimos, gente saliendo de sus casas para vernos, niños con la boca abierta, locos que nos pitan, trabajadores pensando “cabrones, y yo currando”, abuelas riendo; de dos en dos, de uno en uno, adelantando, parando; pero sobre todo con la mano de la dama viento en nuestros rostros, ¡¡¡¡auuuuuuuuuuuuuuu!!
No pregunten, pero me perdí a mitad camino. Si señores, ¡¡en mitad de una concentración de motos!!; y es que no se puede sacar fotos a todos los Diablos, pq al final entre guardar la cámara, ponerte el casco, y demás…¡¡TE PIERDES COÑO!! Afortunadamente mi capacidad olfativa, y otros cuatro tíos que se quedaron tomando cañas, me permitió llegar antes al lugar de comer y esperar al resto. Así que no pude fotografiar esos pechos de la playa de Maspalomas que bailaron al son del paso de las motos; lástima la foto tenía cierto interés artístico.
Se comió como cerdos y se bebió hasta la extenuación ¡¡a 35ºC ya me dirán!! Hubo rock and roll, sexo y drogas; y ahí estaban los Ángeles del infierno ¡¡qué pasa tío!!, ¡¡cómo te suena el esquipe!!, ¡¡como molan tus anteojos”; en fin conversaciones varias. Una tía me dijo que sí con mi objetivo tan largo no había podido sacarla; todavía estoy pensando por dónde iba el asunto, anyway. Al final no sé si hubo concurso de camisetas mojadas, pero el batería se puso las botas con la morenaza que hizo el streapes, a la cual me negué a sacarle fotos…¡¡os jodéis!!
En fin una experiencia interesante que me ha hecho reflexionar: ni una pierna mía puede compararse con los músculos de ellos, y de algunas ellas, pero ¡¡y el sex-sapil que yo tengo en tanga, todo blanquito y con huesecitos!!, eh, eh, eh...; y es que todo no es el cuerpo.
ÁNGELES DEL INFIERNO
