martes, 24 de julio de 2007

Días blancos

Aquí ando con una copa de vino blanco, un paquete de rubio, y una cuartilla en blanco que espero rellenar de letras negras. Y es que no hace falta irse a la otra parte del mundo para que a un servidor le pase de todo. Pero lo peor, lo peorcito, es cuando las cosas se concentran en un tiempo corto, en un día, ¡¡joder con esos días!! Ya les hable de los días negros, hoy les contaré que es un día blanco.

Pregunta trascendental para entenderme: “sí el cura reparte la ostia sagrada entre los fieles que asisten a la iglesia, ¿por qué narices Dios no distribuye los males entre los amigos (os fastidias que para eso sois amigos)? ¿Por qué todo lo concentra en un “lindo angelito”?, que es lo que soy. Relatemos lo sucedido hoy.

A las siete de la mañana recibo un sms del mecánico diciéndome que ya tiene la pieza del coche que se ha escoñado. ¡¡Alma candida, ¿te parece normal mandar un sms a esas horas?!! ¿Qué? Como tú has entrado a trabajar a esa hora, los demás que le den. Algo cabreado me he levantado y me he dispuesto a un día de relax laboral (nota aclarante. ¡¡esto es una coña marinera!!, me marcho de vacas el viernes y tengo todo el trabajo sin acabar). Después de hacer las labores típicas de un funcionario, cafecito y cigarrito, me he subido a dejar el coche al susodicho, he cogido mi “Spider” y me he acercado a la comisaría a renovar el pasaporte (¡¡tres días antes de salir de viaje!!, típico del españolito); y se ha puesto a llover, no había otro momento, otro instante, otro tiempo. Tuve problemas en Alemania y Canadá con el plastiquito que recubre los datos, así que era mejor asegurarse para no quedar colgado en África. Tras tres horas muertas aguantando niños, madres y demás animales, y a punto de llegar mi turno me doy cuenta que no lleva ni un duro y el tengo que salir corriendo al cajero más cercano antes de que se le pase el turno (¿algún día leeré un formulario? Pues pa que). Cuando llega el turno del españolito le comenta al funcionario que el “passport” tiene dos plastiquitos, el problema que ha tenido en el extranjero y que quiere renovarlo. ¿Qué hace el funcionario? Arranca un plastiquito y se lo devuelve, “el siguiente”. Y allí está el españolito, con una cara de imbécil suplicando que le hagan un “passport” nuevo, al menos, para que el tiempo perdido (como no tenía nada que hacer) tenga algún sentido. ¡¡Que no!! ¡¡A parla!! Anestesiado por las horas perdidas, se monta en su “Spider” y está decide romperse. ¿Qué le ha pasado? Ni puñetera idea, pero suena fatal. Desconcertado baja al curro y una vez allí se da cuenta que no debe de trabajar, que mejor es ir a casa y relajarse un poco. Sin coche, sin casi moto el españolito se dirige al lindo hogar. Después de comer se echa la una cabezadita para relajarse y el mecánico vuelve a mandarle otro sms. ¡¡Este tío me esta tocando los ….!! Se va a recoger a su “Perla”, y después del sablazo decide irse a cortarse el pelo, un poco, nada más, hay que aligerar peso para el calor de África. Supongo que la peluquera era sorda, por que le ha dejado como Espinete con los dedos metidos en el enchufe. Tras sugerir que se ha pasado dos pueblos, la “corta césped” le dice que solo ha cortado las puntas, ¡¡joder con las puntas!! Claro, es que hay puntas de 1 mm y de 10 cm, ¡¡debe ser que las unidades métricas nos las aprendió en la escuela!! Bueno ya de vuelta a casa, ¡ja!, el coche vuelve a fallar, nuevamente al mecánico. Y yo que quería una tarde tranquila para terminar el trabajo.

Tras otra hora muerta en el mecánico retorna at home y dadas las horas que son decide irse a correr. No se lo van a creer, empieza a llover. No importa cuanto, llovía. Por primera vez en no sé cuanto tiempo no he podido correr más de 3 Km y es que estos días me agotan. Y he tenido un pensamiento reflexivo: “¿será que Dios me está mandado una señal?” ¡¡Coño!!, ¿no es más mejor que me llene la nevera, me limpie la casa, me que toque la lotería, o mejor, que me regale una noche de sexo, drogas y rock&roll? Decididamente hay días blancos, muy blancos, donde los Dioses se podían ir en busca de la Sábana Santa y dejarnos a los mortales tranquilitos. Total que hoy ha sido un día en blanco de currele.

¿Se imaginan un día de estos en África? ¡¡Me tiran a los leones directamente!!

Bueno me voy a la cama a ver si mañana tengo un día verde.