domingo, 24 de octubre de 2010

Vino y Rosas

Por tierras de la Rioja, entre copas de vino negro, sábanas aterciopeladas, chuchas y otras tapas; entre olores de humedad de la niñez ( y no hablo de hacerse pis en la cama), los despertares con brumas y el goteo del agua; entre amores y amigos, futuros y presentes, entre ellos y entre todo ello, una foto…o varias.

































Runnerman



Antes y después,
corrí y me rompí,
creí que me había muerto,
22 ó 16 Km, que más da,
ayer y hoy....¿¿¿mañana???

Unas agüjetas...juraito

viernes, 3 de septiembre de 2010

Yo tenía una casa en Áfica

Cada noche subía a la parte alta de mi litera y soñaba, en 35 mm, con mundos de bestias, batallas y científicos locos. Soñar no me costaba dinero y volar como un águila en busca de esos mundos era una necesidad de mi alma.
Por eso a mis padres no les extraño que me fuera de casa a los 22 años, sin un duro y con una beca que hasta Carpanta la hubiera rechazado.
Por eso a mis hermanos no le extraño que me fuera a vivir a Canadá y Polonia cuando tuve mi momento.
Por eso hoy no os puede sorprender que me haya ido, otra vez, en busca de retos en 3D.

Lo que ha cambiado es mi edad,
mis numerosas canas,
mi cuerpo maratoniano,
mis zapatos locos,
mis calcetines de rayas,
mis gafas verdes,
mi piel despoblada de pelo,
mi cámara de fotografía,
mi portátil,
mi mega pantalla,
mi ipod,
mi gente.

La primera vez fue fácil, solo tenía 22 primaveras y mucha ansiedad.
La segunda fue rápida pero muy lluviosa, con 37 años dejé un rastro de tristeza imborrable.
La tercera era el adiós a un año por el mundo y, aunque cansado, sabía que echaría de menos ser un asilvestrado como mi hermano oso.
La cuarta, la presente, se ha cocido a fuego lento, y a pesar de la alegría enorme que me produce vivir de okupa en casa de mi hermana, pasear y ojear con mi cámara una gran ciudad o vivir un invierno de frío, echaré de menos

hacer una paella,
salir de compras y volver de madrugada,
los niños que crecen,
ir a las rocas a bañarnos,
las risas del alba,
tu boca,
las caminatas improvisadas,
las conversaciones científicas a tres,
iluminar tus ojos,
una cerveza fresca en el Monopol,
perder la cabeza,
salir de cena y compartir el postre,
una película de autor insufrible,
los entrenamientos a media tarde….

Yo tenía una casa en África que cuando la gente entraba se asilvestraba y se quitaba los zapatos….

viernes, 20 de agosto de 2010

Apéndice a lágrimas de cocodrilo I

Como se lo han currado mucho lo mostramos....


http://www.youtube.com/watch?v=P7uNMzNEDng


http://www.youtube.com/watch?v=rFBZYLxvgLM


¡¡Que la fuerza les acompañe!!

jueves, 29 de julio de 2010

Lágrimas de Cocodrilo I

Muchas cosas han acontecido en los últimos meses, muchas cosas que contar ahora que me voy, ahora que os echan, pocas ganas de despedirme, ninguna de que os despidáis de mí.

Desde aquí, quiero dedicar este poema modificado de Walt Whitman a mis niños y niñas de Taliarte con los he compartido algo más que horas de trabajo, más de una década de nervios, muestreos, embarques y tiempo de reflexión y borracheras, a todos, gracias. Mi sombrero a vuestros pies por el trabajo realizado, oidos sordos y barbilla alta.


¡Oh Capitán! ¡Mi capitán!

Nuestro maravilloso viaje ha concluido.
Nos hemos enfrentado a cada tormento, a cada base, a cada estadillo, a cada gráfica, y siempre el premio que buscamos fue encontrado.
El puerto estuvo cerca, la bocina del barco oímos, toda la gente regocijada, pero la sinrazón ganó.
Mientras mis ojos siguen la firme estela que os aleja, que me despide de esta osada travesía, una sonrisa por los tiempos vividos.
Pero ¡oh corazón! ¡Corazón! ¡Corazón!

Oh, las sangrantes gotas rojas de la sinrazón.

Cuando en cubierta ya no hay Capitán.





viernes, 11 de junio de 2010

Walking on London

¡¡Ya, ya lo sé!! ¿Dónde se ha metido este españolito que no actualiza su blog? Uffff, mi vida cambia más que la piel del camaleón, y entre el final de curso y los preparativos para irme a Barna, no llego a todo. ¡¡¡Ah, qué no lo saben!!! Pues tampoco sabrán que tengo entradas para ver Los Lakers-Barça…¡¡siiiiiiiiiiiiiiiiii!!!, ¡¡¡chincha, chincha!!! Pero todo a su tiempo.

Cuantas ganas tenía de perderme por el mundo, que ansias de coger mi cámara, de tener tiempo para andar entre callejuelas —si conejo, tiempo, tiempo es lo que falta—, de sentarme a charlar con alguien simplemente por el hecho de hablar, de abrir mis ojos y de volver a pincelar instantáneas en mi cabeza, que ganas de ser yo para que no se duerman mis sentidos. Y en esta vida que llevo alocada alguien me sonrió y me dio un gran regalo. Se acuerdan de mi hermano de sangre, del pirómano de África, de mi amigo Char…pues tuvo que quedarse en tierra por motivos laborales con un viaje preparado para pasar unos días en Londres, ¡¡y alguien tenía que aprovechar ese momento!!!…¡¡¡vualag!!!, ¡¡¡allí estaba el españolito!!! Lo lamento chicos, aunque en su favor diré que me dieron un soplo en el corazón, tic-tac, tic-tac, thanks!!

Así que me desconecté de todo y volví a ser un asilvestrado en tierras lejanas. ¿Qué si me paso algo en el viaje? Obviemos a la gente pegándose por ser de los primeros en el avión, aunque tenía priority, dejemos de lado que no sabía que bus debía de coger y como llegar al hotel (fue todo tan rápido que no me dio tiempo, tiempo conejo), que cuando llegué a la una de la madrugada había “overbooking” y tuve que cambiar de hotel, que la ducha no podía regularse, que el jabón no lo repusieron, que el personal de Rayan Air me desquició con sus paseos y minucias, que mi inglés se había quedado rancio… Obvien todo eso, por que ya estamos acostumbrados a males de ese tipo.

Una ciudad como London es para perderse en múltiples sitios como el Museo Británico de Ciencias (con expo de Darwin incluido), pero hace tiempo que me di cuenta que lo que hace más interesante, lo que hace interesante a un sitio es la vida misma, lo cotidiano, la vida de la gente. Así que nada de colas interminables, de ser un turista más, de visitar los lugares que pone una guía con los gustos y disgustos de alguien que no soy yo; andar por calles desiertas, pasear por parques como un londinense más y perderse por rincones aislados de la multitud, eso es que me llena. Solo diré que me costó dos días hacer 4 Km para llegar a Picadilly Street. Siempre se llega a los sitios típicos, solo depende de cómo. Así que no vi el cambio de guardia, ni el mercado de Noting Hill, bi la Abadía de Westminster, ni el Covent Garden, ni, ni…., pero disfrute de las horas no perdidas en Green Park y en St. James’s Park, de las escaleras del metro, del Thames, de Harrod’s, de una charla con un barman de Madrid, de las historias de la camarera de Ciudad Real, de la conversación sobre pesca desde el puente que hay en Instambul y que separa Europa de Asia con mi amigo Turco, de la lluvia, de los olores de la ciudad…¿a qué huele? Pues como el coño de la Bernanda, depende…

Y esto es lo que me salió…

La ciudad





El arte




Escaparates



El ojo que todo lo ve


El rio


El Pato y el Agua: lo que ha unido Dios que no lo separe el hombre


Yo


La gente


El Apocalipsis


Una mirada


Un asilvestrado

domingo, 4 de abril de 2010

Las fotos que nunca hice y me hubiera gustado hacer

No sabría decirles exactamente porqué, pero me hubiera gustado estar en cada uno de los momentos que aquí se retratan. Me gustan las fotos viejas, las adoro, adoro sentarme con mi madre e ir revisando la vida y obra de cada miembro de la familia y de los amigos. Creo que ya tengo 1000 fotos tomadas, y aún me queda trabajo por pasar, y a medida que las tomo pienso en la luz, el obturador, la película, el objetivo y pienso que me hubiera gustado estar allí.