lunes, 21 de septiembre de 2009

Paradojas

Me levanté de noche y me bebí un vaso de agua, pero no me quitó la sed. Bajé a la orilla del mar y me tragué un océano, pero mi boca seguía reseca. Decidí irme a los polos en busca del agua más pura, solo conseguí que los osos polares migrasen. Busqué la tierra de los mil lagos, dejé el terreno tan seco como las Tablas de Daimiel, y aún seguía con sed.

Me fui con el Apolo XIII a la Luna, como un “Cowboy del Espacio”, en busca del agua ancestral oculta en sus entrañas. Allí me encontré con Tomy: “Bienvenido a la ingravidez y a la estupidez” me dijo. Ambos “Fly on the Moon” al unísono con Franki; y en mi búsqueda infructuosa de oxígeno combinado con hidrógeno escuché al Boss como decía: “I was working in a dream”─ que es algo así como “chacho, chacho a currártelo”─ ¡¡Y tuve una revelación!! ¡¡Volví a la tierra para correr por el mundo como Forest Gump!!, y corrí, corrí, y seguí corriendo, en busca de un sueño.

Y ahora henos aquí, en la esquina de una España que brinda con Ribeiro, después de meses oculto en una caverna llamada hogar, en cuyos laberintos ciegos volví a prepararme para una nueva batalla. Sonaron los “Tambores de la Guerra” hace tiempo y hoy han llegado a su fin; y sobre las puntas de mis dedos la victoria se deslizó en un efímero instante. Una décima me separó de un sueño, una maldita décima, la misma que aleja a un corredor de un récord, de la posibilidad de meter una canasta y ser el mejor, del tiempo que tarda una neurona en darte una respuesta, del movimiento errático de un reloj de péndulo, de desviar la mirada y perder la perspectiva, del click de mi cámara…en fin de algo insignificante.

Hoy no me desplazo a grandes trancos por la vida y es mi andar discreto (Paradojas de Antonio), ya no surcaré las aguas de “Flemish Cap” como Geroge Clooney en busca de la Tormenta Perfecta. Así que de momento nada de adiós muchachos, quién sabe mañana.