sábado, 13 de septiembre de 2008

Crónicas de Olsztyn: Días tontos

No tengo ninguna historia que contar, pero como el otro día alguna “fool” insinuó que no escribo mucho…Anyway, I gonna tell you something.

Lo primero de todo hoy (por domingo) iba a tomar fotos de la ciudad y enviárselas pero debe ser que me dejé la cámara encendida, que raro, y no tenía batería. Así que me fui a dar un paseo y punto, otra vez será. Por segunda vez he salido en busca de Media Mart que según la publicidad está a cinco minutos en coche de casa...debe ser que el recorrido es subterráneo por que yo no lo encuentro. Se preguntarán que haría yo un domingo en ese local si está cerrado. Pues no, todas las grandes superficies, esto es un decir dejémoslo en supermercados y algo más, abren los domingos; aquí hay libertad de horarios y de días. Poco a poco uno va entendiendo cosas que ve, no de lo que leo que no entiendo ni pipa. Los edificios grandes son sólo viviendas y en lugares concretos, como en la avenida principal, algún bajo es una tienda, principalmente, de ropa. ¿Qué ocurre? La ciudad es un sinfín de puestecitos; imaginen cuatro o cinco establecimientos dispuestos en línea o con un cierto ángulo entre ellos. Puede ocurrir que todos sean de comida, los famosos Sklep, o combinados. Estos establecimientos están separados de las fincas, cerca de las paradas de autobús o en sitios estratégicos como en la estación de tren. En este lugar la verdura y la fruta tienen un aspecto fantástico, pero queda muy lejos de casa para cargar, pero un día lo fotografiaré. Es como el mercado central de Valencia o los mercaditos de los pueblos, pero muy liliputiense, ya me entienden; y lógicamente hay muchos. Por último, existen como pequeños estancos (un poco más grandes) de cualquier cosa, incluido comida. Son muy viejos y tienen un aspecto raposo que echa atrás, pero me gustan.

Es evidente que sobrepeso del mundo occidental no existe, más bien los jóvenes están como yo, flacuchos, aunque para gustos los caramelos. Todos suelen llevar el pelo bastante corto, y es raro encontrar a alguien con barba, ni siquiera los más jipilondios. Debe esa la razón por qué las señoras se apartan de mi y me miran raro, les asusto, con mi aspecto de motero. Pero las malas costumbres se imponen y ahora la mayoría de los jóvenes no se desayuna en casa sino que lo hacen fuera. Hay pequeños puestos que te venden, casi una barra de cuarto de pan (unos 40 cm) por la mitad con tomate y queso. Dicho de otra manera una especie de pizza. Así que a las ocho de la mañana hay un aroma italiano constante por la ciudad; y ahí están todos abriendo sus bocas para tragar semejante mastuerzo. Con todos mis respetos, una leche bien fría con colacao, un poco de fruta y unas tostadas es más saludable. Aún así les diré que la curva de la felicidad es común en todos los países y, parece, digo bien, que correlacionado de forma significativa con la edad.

Recuerdo una vez hablando sobre temas recesión económica, cual Bill Gates cualquiera, que la riqueza o estatus de un país o región se mide por tres cosas: el consumo de harina, la ropa y las tiendas de informática y fotografía. Vamos por partes. Lógicamente esta gente no tiene la misma variedad del pan nuestro, pero se encuentra con facilidad, ya que ellos comen más a base de pan de molde (con pipas de girasol que está de muerte). Así que muy significativo no es ese dato.

¿Qué pasa con la ropa? Al igual que les he dicho que hay puestecitos de comida, lo mismo ocurre de ropa. Y no crean que compra allí el que no tiene; todo el mundo. La calidad no es muy buena, pero los precios son muy asequibles; ejemplo, tres pares de calcetines por 0.50 euros. Hay grandes superficies como Carefour donde ves a la gente comprando ropa como el que está en el Corte Inglés de rebajas. Hoy había una oferta de botas de piel forradas por dentro, supongo que de conejo, para mujeres a 5 euros. Yo he visto botas parecidas a las mías en otra tienda por 25 euros que me las compraré, y unos zapatos de diario por 30 euros. No está mal de precio, pero debes de salir del centro de la ciudad. No todo es un chollo, estoy buscando un abrigo militar de esos que eran mantas y no los encuentro, lo único que he visto es demasiado serio para mí y vale unos 125 euros, igual o ligeramente más barato que en España. De todas maneras, la ropa no es muy bonita.

Sólo he visto una tienda de informática como tal, lo normal es ir a las grandes superficies. Lo más llamativo, y que el que quiera que me lo diga, un pen-drive de 1 GB a 15-20 euros, ¡¡¡no está nada mal!! Las cámaras fotográficas digitales no se imponen mucho, predominan las de pequeño tamaño. La última de Sony con 7 megapixels a 200 euros, es un buen precio. Pero salvo Canon no hay cámaras digitales reflex y en las tres tiendas que he visto los escaparates hacen propaganda de papel fotográfico ILFORD para revelar a mano en blanco y negro. Vale si, cualquier tienda fotográfica que se precie debe de tener eso, ¿pero como reclamación del escaparate? Esto demuestra que a nivel electrónico esta lejos de sociedades como la nuestra (el jefe que es un cachondo me dijo el otro día que si me pasaba nada que no me preocupase que haría llegar todo a los pater, que él se encargaba de todo, pero que el ordenador se lo quedaba).

No diré que esta gente vive muy mal, por que seguro que hay sitios peores. Mi jefe gana 1.100 euros y le dan incentivos por tener alumnos en prácticas, doctorandos y “al españolito” . Para terminar ya, en mes y medio yo he gastado unos 900 euros en vivir, sin contar el alquiler de la casa y los coches, sin privarme de nada de lo que me ha apetecido, pero tampoco sin tirar el dinero.

Bueno ya les he contado algo más, por cierto, ¡¡joder con el frío siberiano!!, y eso que sólo no está rozando…al final estos climas me convertirán en un bebedor asiduo de té o me quedaré como el rosal en invierno…in quiescente. Menos mal que cuando me vaya a Chequia será en verano, … y no pienso decir nada más de este tema.

¡¡¡Se me olvidaba!!!, el tema de la tontería de la mosca y Gloria Fuertes. Si tuviese conocimientos sobre esto de la biología podría explicarles que narices pasa con las moscas en este país, pero dado que sólo soy un pajillero de peces, hay cosas que se me escapan… Cual cementerio de elefantes en la peli “Las Minas del Rey Salomón”, los hermosos, peludos, ¡¡verdes y azules!!, y entrañables dípteros de la familia Mosquidae (que viene del arameo antiguo ostiaostiaostiaositia y que significa, bicho que mosquea..lo cojen) han decidido que eso es mi casa aquí. Jamás he visto esto, cierto es que en verano se cuelan buscando el fresquito en sus hogares, ¡¡pero que vengan a morirse a mi humilde morada!!! No se lo creerán pero yo calculo que hoy debe haber cerca de 20 cadáveres distribuidos por toda la casa (cuando acabe voy a pasar el aspirador). El primer día decidí recogerlas, al tercero me cansé y ahora lo hago una vez a la semana, ¡¡¡sí valiesen dinero podría ser millonario!!! No hay lugar de la casa donde no halla restos, encima de cama, de la ropa, del sillón, en las plantas, encima del ordenador (¡¡¡que se creía la mosca que iba a tener un orgasmo por la red antes de morir!!!, esta mosca no sabía que no tengo red en casa, debe ser eso, deberá ser Vic), ¡¡it’s horrible!! Cierro las ventanas antes de irme y solo abro ocasionalmente cuando fumo; y las jodías siguen entrando. Pueden imaginarse cinco mocas revoloteando cuando intentas dormir, ¡¡claro como se están muriendo!!, las leches que se pegan contra el cristal son para hacer un anuncio sangriento de la DGT y se ponen a moverse como locas en el cristal. Juraito que tengo que cerrar la habitación por la noche por que me buscan, ya saben a que vino el diálogo, no fue el vino que al final cogeré una fama de borrachín...anyway, ha sido un día tonto.

No hay comentarios: