miércoles, 6 de junio de 2007

Historia del Canadá VI: El Halcón Milenario

De las cosas que el españolito echa de menos, es sentir ese frescor de aire que entra cuando esta con la ventanilla bajada del coche. La necesidad del coche se ha hecho patente en los últimos días, el españolito a vívido a -30º C y ¡¡Dios está como testigo que no hay forma de mover un pie en la calle, cuando sales estás congelado directamente!! ¡¡Joder que frío!!, anda con el invierno caluroso, estos canadienses se parecen a los romanos de Astérix y Obélix, están locos.

El señor ha tenido que ir a comprar con su gorro de montañero a -17º C, y es que ni la nevera da para más ni el españolito es previsor. Luego todo depende de quién le lleve y quién le traiga, y a pesar de que su inglés es mejor día a día, ya ha dejado colgado a su jefe y a John…¡¡si se explicasen bien estas cosas no ocurrirían!!. Así que por esto y más razones que el españolito no es capaz de resumir, ¡¡se va a comprar un coche!! La voz corre como la pólvora en fallas, y en el centro le ofrecen varios coches, ¡¡pero no!! Se ha fijado en un cártel que hay en el supermercado del “pueblo” donde Ryan vende su Golf, ¡¡con marchas!! ¡¡nada de mariconadas de automático!!. Después de varios intercambios de correos entre los sujetos, deciden verse las caras. Ryan es un típico americano de 22 años, ¡¡chandalero, rapero y demás cosas que puedan pensar!!, la persona ideal para las hijas de ustedes.

Tras duras negociaciones,¿cómo narices, por no decir otra cosa, se va a enterar el españolito de mecánica? ¡¡Si no sabe!! y ¡¡en inglés!! La tierra se lo trago literalmente, en resumidas cuentas, “vale Nen, tú déjame verlo y probarlo!! Tras dos semanas infernales de nieve, el coche aparece en St. Andrews un jueves. El españolito va a verlo, y bueno su olfato de mecánico le dice que no está bien, pero tampoco está mal y por 2000 euros me llevará dónde quiera. Las duras negaciones se reanudan y en tres minutos está todo ok: recordemos que el tiempo es relativo, o al menos, el viejo Einstein así lo creía. ¡¡Hay que arreglar papeles!! Chacho, chacho, cada país es un mundo y cada administración hace lo que le da la gana. Cuando se compra un coche, previamente tienes que tener un seguro del coche que te vas a comprar, y yo me pregunto ¿cómo se puede asegurar algo que no es tuyo? En ese hermoso país llamado España, compras y te aseguran, chicos listos. Aquí no. Así que lo primero que tiene que hacer el españolito es hacerse un seguro. Ryan le explica que lo va a acompañar a todos los sitios, ¡¡pero él había quedado con John!! Así que al final John conoce al chandalero y los tres dejan de ir al trabajo para acercarse a una empresa de seguros. Pensarán que una empresa de seguros es como aquí, pues se equivocan. Es una caseta situada en mitad del monte, o sea que ustedes ve eso en sus tierras y aceleran. ¡¡Aquí no!!, es la caseta del asegurador, eso si de 40mts cuadrados. Los tres sujetos entran en aquella cosa y les atiende un chico jovencito. ¡¡El pobre no da crédito!! ¿Para tres meses que le quedan al españolito va gastarse ese dinero en un coche? “¡¡Que paaaasa!!, replica el españolito”. Tras negociaciones entre John (el representante legal del españolito en estas tierras) y el capullo del asegurador, John mira al españolito y le dice “seguro, 2000 dolares” ¡¡COMO!! WHAT? ¡¡ESTÁ LOCO!!, al españolito le entra la flojera intestinal, ¿Qué ñooo hace ahora? Ese cerebro empieza a realizar cálculos numéricos a toda velocidad, pero decide que es mejor emplear la calculadora: ¿por cuánto compro? ¿por cuánto puedo vender? Números, números y más números. ¡¡Vualag!! El seguro le devuelve la mitad si no tiene ningún accidente, ¡¡OK!! ¡¡Nunca ha tenido un accidente!! ¿Por qué va ser diferente en Canadá? (seguro que se la pega, jajajajaja, ¿alguien lo duda? ¡¡Pues no pasará nada!!, a pesar de los comentarios increpantes de unas cuantas que no quiero mencionar). Y saca su billetera y empieza a desplegar billetes. Ha decidido que es mejor no pensar en determinadas cosas, y menos aún en el dinero, ¿para qué está? ¿y la felicidad que tendrá con un coche? “Palante que no es gerundio”. Todos se quedan asombrados por la decisión del españolito, pero él es así, un loco.

Salen del cuchitril y se va con Ryan a St. Stephens, allí pagará las tasas de la transacción y el coche será suyo. La formalización de la compra se hace un folio con la letra horrorosa del chandelero, en dos líneas escritas a bolígrafo. ¡¡Dios que cutrada!! Pues eso es suficiente, el coche ya es del españolito, ¡¡pero no ha pagado!!, así que Ryan y él vuelven a St. Andrews, van al banco y el españolito cambia sus cheques de viaje. ¡¡Ya es suyo!! ¡¡Dios que día!! ¡¡Sólo saben hablar inglés!! Se imaginan todo esto en inglés…para cortarse las venas o la yugular directamente.

Antes de que se baje del coche Ryan y le dé sus llaves (jajajajajaja, otras que perderá en algún momento), el españolito se ha dado cuenta, es un buen observador, que en el asiento de detrás hay dos ruedas más y en el maletero otras dos. ¿Qué hace con ocho ruedas sin el coche funciona con cuatro? Así que le dice a Ryan que se las lleve, pero el otro no sé que narices le dice y por no discutir, “vale, vale pos pa mí”. Si la casa tiene 20 mts cuadrados, ¿dónde narices mete las cuatro ruedas? A parla, que se queden en el coche, así tiene compañía en el asiento de detrás. ¡¡Y hay va!! Con su Halcón Peregrino (nombre con el cual se referirá a su bólido de 130 caballos), todo chulo, con sus gafas de sol. Llega a esa mansión todo contento y estresado y decide que hay que cambiar de look para conducir esa máquina. Dicho y hecho, se va a cortar el solito el pelo, ¡¡como lo oyen!! Agarra la máquina de afeitar y en su posición de barba de tres días empieza a peinarse. Importante, es conveniente poner el tapón del lavabo por que les puede ocurrir que se emboce y tenga que hacer succión manual durante una hora para desatascar la pieza. No le ha quedado mal el pelo, parecía un leoncio, ahora es un rata trasquilada…la modernidad es así. Con un lado más corto que otro, con la parte de detrás a saber, sale de su casa para ir a trabajar. Está guapo.

Es importante saber que coche se compra uno, sobre todo si es de gasolina o diesel. El españolito no lo pregunto directamente, pero siempre pensó que era diesel. El españolito tiene pensamientos propios y es capaz de leer la mente de las personas, ¿para que preguntar? Llega a la gasolinera y decide llenar el depósito. Abre el depósito y ve la etiqueta verde, y la manguera del fuel es verde. Dos más dos cuatro, ¡¡pues no!! Cuando lleva un euro de fuel, el españolito reacciona y piensa que no ha visto el famoso símbolo de los coches diesel, ese que tienes que esperar a que se caliente para encender el motor. Así que decide dejarlo, y preguntar a su amigo John. Sé, por qué viene de familia, que alguno más ha puesto 1 euro de gasolina, pero imaginen la cara del gasolinera cuando cobra al españolito, What? ¡¡Y para 1 euro se pone este capullo!! Por su puesto, el españolito reacciona y dice que se le ha olvidado en dinero, jajajajajaja, está dentro de sus posibilidades. Así que arranca y se va a ver a John, ¡¡maldición, el coche es de gasolina!! ¡¡no arranca!! ¿Por una vez en la vida este sujeto hará algo bien (las pajillas de los peces no cuenta)? Tras varios intentos fallidos el Halcón se pone en marcha (igual que la peli, son máquinas que les cuesta). Tras confirmarle su amigo que es gasolina, vuelve a la gasolinera a llenar el depósito y a esperar que todo funcione, ¡¡Dios echa una mano!! Y Dios tendió la mano, todo ok. En su conversación con John, este le explica que las cuatro ruedas extras es un regalo muy apreciado cuando se vende un coche, definitivamente están locos; además, se ha dado cuenta que no tiene agua en el depósito del limpia parabrisas. Amablemente John le dice que pasará por una casa de coches esa tarde y que le puede traer una garrafa. Ok. A la cuatro el españolito deja de trabajar y se va en busca de John. Este querido amigo, le ha comprado la garrafa, una rasqueta para quitar el hielo por las mañanas de los cristales y una botella de vino tinto. ¿Y eso? John ha visto sufrir al españolito durante todo el día, y el hombre se compadece del sujeto, de esa cantidad de dinero que se ha gastado en un día, sane que está aquí a costes propios y ha decidido regalarle una botella para que se emborrache y se olvide del día de hoy. El españolito siempre llevará en su corazón a este antiamericano.

¿Cómo que a casa para emborrarse? Su CD de música grabada horas antes, el coche lleno, que más se puede pedir, ¡¡una carretera!! Pues allá va el españolito, ¿á dónde?, a ningún sitio, ¿cuánto tiempo?, qué más da. Hay música, hay gasofa, ¡¡vaaaaaamonos!! Y el españolito pone rumbo a ninguna parte, solo quiere ver la belleza de este país. Durante 2 horas en españolito ha recorrido 120 Km a 90Km/h y respetando todas las señales de velocidad. Llega muerto a casa, no recuerda un día tan duro, con tantos nervios, pero ya es Hans Solo. En su living-room descorcha su botella de vino y reflexiona.

MORALEJA: Para no perderse 2 horas por las carreteras de Canadá es bueno llevar un mapa.

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