Queréis que os muestre el mundo con mis ojos,
pero ya no tengo fuego en la mirada;
queréis que os cuente mil aventuras de mis viajes,
pero mi garganta se seco y la voz se quebró;
queréis que os escuche, que os entienda,
pero mis oídos dejaron de vibrar.
Ya no tengo rostro,
ya no tengo alma,
ya soy un hombre más.
2 comentarios:
...creo que el hombre sin rostro está equivocado...
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Una humilde opinión.
Hubiese estado bien conocer al hombre sin rostro cuando corria sangre por sus venas y no melancolía.
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